lunes, 30 de marzo de 2009

Otra cosa menos...

Aquí estoy,

esperando como si fuera una niño pequeño a que salga por la ventana la niña que me hace poner los mofletes colorados,
aquella niña que como me mire,me deja sin habla;
aquella niña que como me sonría dejará en mi retina el regalo mas hermoso que haya tenido jamás,
aquella niña que como se me acerque y me diga algo al oído,
dejare de oír el mundo para tener dentro de él,
ese dulce sonido de su voz,
tan dentro de él, que me recorrerá el cuerpo como si de eco se tratara,
aquella niña que cuando se me acerca para darme un beso,
flota en el aire cogiéndome de la mano y llevándome tan lejos que nadie ni nada nos pueda alcanzar...
Y todo eso esperando para ver si puedo hablar con ella a través de este frío y triste ordenador,
que le confieso solo a él, lo que realmente llevo en mi interior,
aunque me cueste expresarme tan rápido con las manos como con la mente.

El porqué de este sentimiento no lo sé,
pero no que no salga de mi y se quede dentro hasta que me lleve Dios con él,
pero prometo que cuando esté a su lado le daré las gracias por haber conocido a la mujer
que sin quererlo tiene toda mi alma, mi cuerpo, mi pensamiento, mis ideas...
y que se yo, es todo yo.
Y ten claro que hablare de ti pues eres tu,
pienses lo que pienses,
suceda lo que suceda eres tu.

Es rara la vida,
cuando piensas que todo esta bien a tu alrededor y crees tener el control de todo ello, aparece,
como por obra de magia, los sentimientos
y todo el castillo de tu vida tiembla hasta el punto de querer salir corriendo y abandonarlo a su suerte.
Pero tengo claro que si mi castillo tiembla
espero que se me caiga encima
pues pase lo que pase me quedare dentro,
mi vida la viviré como viene y que sea lo que Dios quiera.

Si supiera que va ha pasar mañana te juro que seria rico...

Aquí tienes un trocito de mi
para que cuando tengas ganas de reír, llorar, hablar, callar, mirar, oír, oler, tocar, sentir...
cuentes conmigo,
pues en tan poco tiempo te quiero como si fueses mi castillo.
*Conmovedora verdad??, para mi lo fué en un tiempo donde aun era ingenua y creía que todo el mundo era bueno.
Hasta no hace mucho esta carta me hacía luchar contra viento y marea, por algo que, inocentemente yo, pensaba que era real y que valía , metafóricamente, su peso en oro.
Hoy por hoy, ni la carta, ni por lo que luchaba y mucho menos el autor merecen la pena.
Cada dia hay menos cosas que me recuerdan mi pasado... y es un hecho que me hace muy, pero que muy feliz!!